lunes, 28 de septiembre de 2009

LA NADA

Que nuestros labios trasmutaran a beso.
Que robar no sería un delito.
Que mentir no existiría
Que soñar no soñaría.
Que el engaño no traicionaría.
Que del poema naciera tu cuerpo.
Que de otro el mío.
Que de un tercero el nuestro.
Que vivir no costaría.
Que de sufrir no gozaría.
Que de vos sí…
Si la nada de verdad no importase.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

abrazados en un río, bajo miles de estrellas, aunque sea por un instante, importaba muy poco la nada...
Marta Luisa

Anónimo dijo...

A veces, el instante es sólo una medida del tiempo, artificio humano quizás demasiado sobrevalorado, que no tiene nada de importancia... ese fue seguro uno de esos instantes, en los que importan, no el tiempo, sino todo lo otro.

Roberto Carlos.

Anónimo dijo...

El temor a la nada...

Anónimo dijo...

Sin pensarlo, sin desearlo... me perdí en la nada de tu mirada...